En medio del escándalo de "Chocolate" Rigau, en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, una nueva denuncia sobre contratos truchos golpea a la política bonaerense. Un exempleado de la Cámara de Diputados reveló que en cercanía del edificio público funciona el departamento de Recursos Humanos, donde se realizaban contratos truchos durante la gestión de Manuel Mosca, quien fuera la espada legislativa en la cámara baja durante la gestión de María Eugenia Vidal.

En diálogo con Tarde Picante, el programa de Tomás Méndez, por Canal Extra TV, Luciano Barroso, exempleado de la Legislatura bonaerense, denunció esta red de corrupción con los fondos públicos y detalló que  "un diputado tiene más o menos 47 millones de pesos de caja mensual" y "más de 10 y 15 asesores".

"Frente a la Cámara de Diputados, cruzando la calle, es donde se hacen y se hacían los contratos fantasmas. Y también los contratos verdaderos de cada uno de los diputados, que van y meten gente a laburar en la Cámara", disparó el denunciante. 

Modus operandis

El hombre dio detalles de la denuncia contra el extitular de la Legislatura bonaerense durante el gobierno de María Eugenia Vidal, Manuel Mosca. "En 2017 eran de 25 mil pesos el valor de los contratos, que si lo trasladamos a dólares de ese año eran 1500 dólares aproximadamente. Hoy en día los contratos rondan entre los 500 mil pesos a los 700 mil pesos. O sea, eran contratos fantasma por 700 mil pesos que se hacían aquí en esta Cámara de Diputados". 

En este sentido, afirmó que "actualmente se hace" y lo vinculó con el caso Chocolate. "Todo lo del caso Chocolate pasa por acá. Son de 500 mil a 700 mil pesos a precio actual. En ese momento eran de 25 mil pesos", enfatizó.

"Se eligen a personas que quieran figurar como trabajadores en la Cámara de Diputados, les prometen la mutual, y a cambio te dan un par de miles de pesos. No tenían que venir a laburar ni nada, porque los contratos son fantasmas; son pocos los que laburan", detalló.

En este marco, sostuvo que los contratos "son un montón" y explicó cómo es el modus operandi de la corrupción. "Un diputado tiene 46 millones de pesos de caja mensual, y anual más o menos unos 524 millones de pesos. Cada uno tiene dos o tres asesores, pero algunos tienen 10 o hasta 15".

En este sentido, explicó que "un bloque político se pone de acuerdo, le da a un puntero político las tarjetas de débito y van y lo cobran".

Explicó que "se eligen a personas que quieran figurar como trabajadores en la Cámara de Diputados, les prometen la mutual, y a cambio te dan un par de miles de pesos". Detalló que el contratado se presentaba a Recursos Humanos a firmar la declaración jurada y "no tenía que venir a laburar ni nada", porque "los contratos son fantasmas, son pocos los que laburan".