El precandidato a presidente de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, anunció que van a “impulsar un nuevo sistema de responsabilidad penal juvenil entre los 14 y los 18 años”. Aseguró que de este modo “vamos a evitar que los chicos entren al mundo del delito. Que no sean usados como soldaditos para los narcos".

Actualmente, la edad de imputabilidad en la Argentina es de 16 años, de acuerdo a la Ley 22.278 sobre el Régimen Penal de la Minoridad, que dice: "No es punible el menor que no haya cumplido dieciséis (16) años de edad. Tampoco lo es el que no haya cumplido dieciocho (18) años respecto de delitos de acción privada o reprimidos con pena privativa de la libertad que no exceda de dos (2) años, con multa o con inhabilitación".

Sin embargo, Larreta insistió con la idea de "aplicar un régimen penal especial, donde alguien que comete un homicidio tiene que estar preso, independientemente de la edad que tenga". 

Chicos a la cárcel

El precandidato también fue de los que suspendió su cierre de campaña pero no le quitó tiempo a su gira por los medios de comunicación hegemónicos, hablando sobre la seguridad. 

“Estamos muy conmocionados”, dijo el jefe de gobierno porteño. “Exijo que la Justicia caiga con todo el peso de la ley con estos asesinos. Podemos vivir sin miedo, no tenemos que resignarnos a situaciones como esta, no tiene por qué ser así y resignarnos al miedo eterno”, afirmó.

En esta línea detalló su propuesta de baja de edad de imputabilidad. “Hay que establecer un régimen penal juvenil para menores. No es aplicar el mismo Código Penal que le aplicamos a alguien de 30 años a una persona de 16. Es aplicar un régimen penal especial, donde alguien que comete un homicidio tiene que estar preso, independientemente de la edad que tenga”, explicó.

Según Larreta, ese sistema se aplica y funciona en muchas partes de América, sin que con ello se atente contra el Estado de Derecho: “Hay que modificar el Código Procesal Penal, la famosa ley de la puerta giratoria”, completó, acerca de una de las figuras más citadas por muchos dirigentes y más desmentidas por las estadísticas de la realidad.