Tras un informe de la Fundación Mediterránea que reveló que tras las subas de la hacienda en pie, se motorizó en este mes un crecimiento de los precios de la carne que no tiene antecedentes desde hace 18 años, el vicepresidente de la Cámara de Matarifes,  Sergio Pedace, aseguró que “en algún momento el precio de la carne se debía recomponer”, haciendo referencia al salto de hasta un 50 por ciento que se registró.

En diálogo con Canal Extra TV, Pedace afirmó que el precio no es otra cosa que producto de “la “oferta y demanda”, y que por ello, “cuando empieza a faltar, sube el precio". “Veníamos retrasados con el precio de la hacienda, y el novillo que había subido 20% el año pasado, en febrero y marzo se recompuso y ahora pegó un salto”, aseguró.

“Como pasa como con todo, esto es oferta y demanda. Cuando empieza a faltar sube y cuando empieza a sobrar baja un poquito o se mantiene”, agregó.

Si bien no hay estadísticas oficiales que precisen cuál ha sido el aumento de la carne, se estima que su precio podría haber llegado a $3.100 por kilo hacia fines de la tercera semana de agosto (promediando el valor de 18 cortes). 

Esto significa una variación desde el arranque del mes del orden del 55-60%, lo que implica el mayor salto de precios, en términos reales, de la carne bovina en al menos los últimos 18 años (2005-2023).

Este dato surge de un informe elaborado por la Fundación Mediterránea, titulado “La carne y su impacto sobre la inflación de agosto”. Es que, además de tratarse de la suba más alta en casi dos décadas, también sería el mayor aporte a la inflación de este producto en la medición de los organismos oficiales. 

En este marco, el representante del matarife justificó los incrementos y dijo que “desde marzo no se recompone” y que “ya estaban perdiendo ganancias”. 

“Empezaron a perder plata como en la lechería; entonces no puede haber un producto de la canasta familiar que esté seis o siete meses sin subir. En algún momento se tiene que recomponer”, completó.

Respecto a su impacto en el presupuesto familiar, el gasto medio en proteínas animales ronda el 8% del gasto total (en el promedio, incluyendo las 3 carnes, chacinados, huevos, hamburguesas procesadas, etc.). Tomando este último porcentaje como referencia, y trabajando con un aumento de precios al consumidor de este grupo de productos de entre el 40% y 50%, el aporte a la inflación de agosto podría estar en un rango de entre 3,2 y 4 puntos porcentuales.