Tras confirmarse que Bacigalupo intervino los cuadernos, ahora ordenan extraer los datos de su celular y notebook

Indubitado. Con ese simple adjetivo se terminó de clausurar la discusión sobre la autoría conjunta de los llamados "cuadernos de la corrupción", aquella bitácora manuscrita por un chofer del exfuncionario de Planificación Roberto Barata, en el supuesto derrotero para la cobra de coimas y aportes a los empresarios de la obra pública.

Fue tal la conclusión del peritaje caligráfico ordenado por el juez Marcelo Martínez de Giorgi, quien logro determinar que el amigo del exchofer -y que tuvo en su poder los cuadernos que derivaron en la apertura de la causa- había escrito sobre ellos.

El juez lo hizo respondiendo al pedido del empresario Armando Loson, quien previamente había aportado los resultados de una pericia de parte y que llegaban a la misma determinación.

Meter mano

Para poder arribar a un conclusión categórica, las pericias sobre los escritos de los cuadernos 4 y 7 (que eran los que habían sido objetados por Loson, al ser mencionado en ellos) fueron cotejadas contra muestras de escritura del propio Jorge Bacigalupo.

¿Cómo se obtuvieron esas muestras contra las cuales comparar los cuadernos? Simple. Fue el resultado de un allanamiento realizado el 10 de marzo en el departamento de Bacigalupo, ubicado en Moldes 825 de la CABA. Allí se secuestraron anotaciones corrientes, agendas, cuadernos y otros escritos de puño y letra del hombre que fue la fuente primigenia del periodista Diego Cabot, de La Nación.

Al cotejar los cuadernos contra estas muestras, utilizando software especializado, además de la propia pericia de la División de Scopometría de la Policía Federal Argentina, los resultados fueron categóricos: Bacigalupo, efectivamente, había metido mano en el asunto.

Abran los equipos

En ese mismo procedimiento del 10 de marzo de este año, habían sido secuestrados tres celulares (dos marca Samsung y uno marca Sony), y una notebook marca Dell. Sin embargo, al no conocerse con certeza el rol que había cumplido Bacigalupo en la confección de los cuadernos y si realmente él había intervenido, el juez Martínez de Giorgi había accedido al pedido de la defensa para suspender la extracción de los datos de esos cuatro equipos electrónicos, al menos hasta que se determinara la autoría.

Ello cambió con la noticia de ayer. Tras confirmarse que efectivamente Bacigalupo "metió mano", ahora es necesario intentar indagar por qué, para qué, y eventualmente por orden de quién y a cambio de qué.

Es por ello que ayer el juez instructor da por caída aquella limitación a la que había accedido y firma una resolución para avanzar. "Habiendo cesado los motivos que condujeron a la suspensión de la extracción de datos forenses dispuesta en el auto de fecha 16 de marzo pasado, cúmplase con ello", escribió el instructor, hablando justamente de la extracción de los datos.

Por esa razón, al párrafo siguiente ordena que se disponga la extracción de los datos forenses de los cuatro equipos, para que sean almacenados en un soporte digital externo. Alude entonces a la Notebook Dell, y a los celulares Sony y Samsung, materiales que se hallan en la Unidad Operación de Control del Narcotráfico y el Delito Complejo del Este de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Tras confirmarse que efectivamente Bacigalupo "metió mano", ahora es necesario intentar indagar por qué, para qué, y eventualmente por orden de quién y a cambio de qué.

Para ello, ordenó dar intervención a la Oficina de Criminalística de la PSA para que designe un perito a cuyo cargo estará esa extracción, quien actuará bajo el control del perito de parte, Adrián Noremberg, designado por el propio Bacigalupo.

¿Estará en esos dispositivos la respuesta a alguno de los interrogantes planteados más arriba? Es todavía muy pronto para saberlo. Pero da la sensación de que se avanza en el sentido correcto.