Terminó el segundo debate presidencial entre los cinco candidatos que aspiraran a ganar en primera vuelta o a estar en el balotaje para decidir quién será el próximo presidente.

Con la tecnología Perception Analyzer, otra vez Canal Extra TV ofreció una lectura científica de lo que estaba sucediendo, al mostrar segundo a segundo la reacción de las audiencias ante cada una de las intervenciones de los dirigentes políticos. 

Sin embargo, la aguja no se movió demasiado. Sin altos picos, sin claros ganadores, sin momentos de épica, sin intercambios cargados de contenido político. "Fue un debate triste", concluyó el periodista Tomás Méndez, quien condujo el programa especial del canal. 

"Lo que acaba de pasar es la metáfora de la tragedia que estamos atravesando", avanzó Méndez, fundándose en lo que las curvas arrojaron durante las dos horas anteriores. 

Con tono menos dramático, el analista Roberto Zunino sostuvo que "ninguno de los expositores se destacó", tras lo cual agregó que el candidato Massa "llegó al debate con tres goles a cero abajo, y con mucho esfuerzo a lo sumo se llevó un empate", señaló.

El economista Horacio Rovelli, también sentado en el panel, entendió que "cada uno defendió a su elector y no mucho más".

En la mesa hubo dos consensos. En primer lugar, que la buena performance que había tenido Bergman la semana pasada, de algún modo se diluyó. "Dejó de hablarle a la gente común y le volvió a hablar a su propio votante", apuntó Bergman. En segundo lugar, los analistas coincidieron en interpretar que Bullrich, claramente perdidosa en la semana anterior, había logrado revertir ese desempeño. "Estuvo muy bien coacheada y pudo hacer su juego", dijo Méndez. 

Quien sostuvo con mayor firmeza esta idea fue Roberto Bacman, al señalar que la candidata de la izquierda "cometió un error táctico, no estratégico: esta vez habló como militante de izquierda. Esa buena oradora que en Santiago del Estero se había soltado, ahora cambió y le habló fundamentalmente a su votante, que debe haber quedado maravillado, pero dudo que haya sumado votos".

¿Y Schiaretti?

Llamaron la atención algunas de las intervenciones de Schiaretti, furibundo en sus intervenciones contra el ministro de economía, y muy alineado tanto con Bullrich como Milei. Como cuando se abrazó a la propuesta de quita de retenciones que le preguntó Milei. Casi un centro a la cabeza en el área chica, que el cordobés no dudó en empujar a la red. 

Conocedor del paño, y del personaje, Méndez no anduvo con vueltas: "Para mí a Schiaretti le pusieron plata. Elípticamente defendió a Milei, y en todas sus intervenciones, a diferencia del domingo anterior, mas que construir, se dedicó a destruir".