La organización Abuelas de Plaza de Mayo dio por cerrada la búsqueda de cuatro nietos supuestamente apropiados durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983), tras constatar que sus madres fueron asesinadas antes de dar a luz.

"La verdad por sobre la tristeza: cuatro embarazadas asesinadas antes de dar a luz", refirió la entidad en un comunicado dado a conocer este viernes.

Un trabajo coordinado del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y la Justicia, fue el que permitió comprobar que cuatro mujeres que estaban embarazadas al momento de su detención, y de quienes se pensaba que habían dado a luz, fueron asesinadas antes de que nacieran sus hijos.

“En la mayoría de los casos las mujeres embarazadas eran mantenidas con vida hasta dar a luz y luego asesinadas. Sin embargo, los genocidas también han tenido la brutalidad de acribillar a mujeres embarazadas”

“Hemos podido comprobar que, durante la última dictadura, en la mayoría de los casos las mujeres embarazadas eran mantenidas con vida hasta dar a luz y luego asesinadas. Sin embargo, los genocidas también han tenido la brutalidad de acribillar a mujeres embarazadas”, señala sentido el comunicado difundido por la asociación. 

“El terrorismo de Estado no solo cometió crímenes atroces, también los ocultó. Por eso seguimos reclamando saber qué pasó con nuestros hijos e hijas; cuál fue el destino de los cientos de mujeres embarazadas secuestradas; y dónde están nuestros nietas y nietos apropiados”, continúa, señalando luego con crudeza: “Los genocidas son quienes tienen la información, pero no la comparten”.

Las cuatro historias

Una de ellas es Olga Vaccarini, secuestrada en mayo de 1977 junto a su pareja por ser militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP), y que fue identificada a partir de restos óseos en mayo de 2022 por el EAAF, cinco meses antes de que un juzgado federal de Rosario, en la provincia de Santa Fe (centro-este), certificara que había sido asesinada antes de dar a luz.

Otra de las mujeres identificadas es Hilda Margarita Farías, militante de la organización guerrillera Montoneros, que fue secuestrada en diciembre de 1976 en la localidad bonaerense de Berisso (este), cuando presumiblemente cursaba un incipiente embarazo, y cuyos restos fueron inhumados como NN ("No Name") en febrero de 1977, lo que fue descubierto en diciembre de 2019 por la Conadi.

La tercera mujer gestante que no sobrevivió al terrorismo de Estado fue Liliana Beatriz Girardi, militante santafesina del PRT-ERP que fue secuestrada en agosto de 1976 cuando estaba embarazada de cuatro a seis meses y cuyos restos fueron identificados en mayo de 2012, cuando se comprobó que por la fecha de inhumación, fue asesinada antes de dar a luz.

La cuarta mujer que no pudo llevar su embarazo a término fue Elena Vargas, militante de Montoneros que fue secuestrada en el partido bonaerense de Quilmes el 12 de noviembre de 1977 y asesinada ese mismo día, lo que pudo comprobarse por una comparación dactiloscópica de huellas impresas en un prontuario policial.

Estela de Carlotto sonríe junto a Sonia Torres, la fundadora de Abuelas Córdoba. Sonia sigue buscando a su nieto.
Estela de Carlotto sonríe junto a Sonia Torres, la fundadora de Abuelas Córdoba. Sonia sigue buscando a su nieto.

Fin a los pactos de silencio

La entidad, cuya presidenta, Estela de Carlotto, fue homenajeada hace unos días en la Corte Penal Internacional de Justicia en La Haya, en la Casa de Ana Frank en Ámsterdam, y en la residencia de la alcaldesa de esa ciudad, reclamó que se terminen los pactos de silencio y pidió que la sociedad siga aportando información para resolver los casos pendientes.

El pasado 27 de julio, Abuelas de Plaza de Mayo comunicaba el hallazgo del nieto Nº 133, que es sobrino de Mario Santucho, fundador del PRT y comandante del ERP, que falleció en julio de 1976 durante un enfrentamiento armado con miembros de un grupo de tareas de las Fuerzas Armadas de la dictadura en la localidad bonaerense de Villa Martelli (este).

El nieto 132 fue encontrado el 28 de diciembre del año pasado, seis días después de que se anunciara el hallazgo del número 131.

Abuelas de Plaza de Mayo estima que el terrorismo de Estado se apropió de la identidad de unos 500 niños, sus nietos, robados a sus legítimas familias por agentes de la dictadura militar, la mayoría de los cuales nacieron en cautiverio y fueron adoptados de forma ilegal.

Todavía falta por encontrar a más de 300 personas que fueron apropiadas al nacer por agentes de la dictadura.

La labor de varias entidades argentinas de derechos humanos permitió conocer con mayor profundidad la violación de los derechos humanos perpetrada por la última dictadura cívico-militar, cuando el terrorismo de Estado causó 30.000 desaparecidos.