Argentina se mantiene comprometida a pagar los vencimientos al FMI, al negociar con otros organismos multilaterales los fondos para cancelar vencimientos de la próxima semana, pero el organismo enfatizó este viernes la necesidad de un ajuste fiscal y de acumular reservas en un año electoral.

Argentina no cumplió las metas del primer semestre por una sequía que redujo sus exportaciones agropecuarias y una "demora" en la implementación de las políticas, pero, con este nuevo acuerdo, el organismo insistió en que "las políticas deben ser adoptadas".

"La prioridad a la estabilidad es lo que tiene sentido", afirmaron ante los medios.

La Argentina alcanzó un acuerdo técnico con el Fondo y recibirá US$ 7.500 millones

Larga negociación

Argentina y el FMI llegaron a un acuerdo tras diez semanas de "intensas negociaciones" y esa "demora en las discusiones" implicó que reunieran la quinta y sexta revisión de las metas trimestrales de la refinanciación hecha en 2022 del programa por 45.000 millones de dólares pactado en 2018.

Con esta nueva revisión, que tendrá ahora que ser ratificada por el Directorio Ejecutivo del Fondo en la segunda mitad de agosto, Argentina recibirá un desembolso de 7.500 millones de dólares tras las elecciones primarias, y la próxima revisión tendrá lugar en noviembre, después de los comicios generales.

A la espera de la reunión del directorio del FMI, el Ejecutivo deberá aplicar una secuencia de políticas o acciones adicionales.

En tanto, Argentina demostró que está "comprometida a pagar" los vencimientos de la semana próxima que ascienden a unos 3.300 millones de dólares, para lo que está negociando con otros organismos multilaterales la obtención de financiamiento y el FMI trabaja con el país para facilitarlos.

Argentina pagó el vencimiento de junio pasado con recursos propios, en una combinación de derechos especiales de giro y el uso de un 'swap' de yuanes con China.

Fortalecer el sistema

El FMI entiende que la situación externa argentina está "más débil", que necesita mejorar el nivel de reservas y fortalecer el tipo de cambio.

Argentina adoptó esta semana medidas fiscales para encarecer las importaciones y cambiarias para favorecer las exportaciones agropecuarias.

El FMI no necesariamente aplaude estas medidas, sino que considera que deberían ser "de carácter temporal" y que a medida que se tomen otras fundamentales para la macroeconomía deberían "ser extraídas", en tanto cree "importante que se controle y que no se permita un traspaso a la inflación", que ya en junio pasado alcanzó el 115,6 % anual.

El organismo también permite la posibilidad de intervenir en el mercado de tipos de cambio paralelos -del doble del tipo de cambio oficial debido a fuertes restricciones cambiarias- en situación de "desorden" para "moderar expectativas de inflación", pero "no por desequilibrios macro".

Reservas y fisco

El FMI alivió la meta de reservas netas de fin de año a 1.000 millones de dólares, desde la previa de 8.000 millones de dólares, que espera que cumpla en un contexto electoral que se caracteriza por la "volatilidad".

Los economistas privados estiman que las reservas netas son negativas de más de 7.000 millones de dólares.

El organismo entiende que podrá llegarse a esa meta positiva al contener el crecimiento de las importaciones, una "imprescindible estabilidad macro", un proceso de "agilizar las exportaciones agrícolas" y una reducción de las importaciones de energía por la reciente construcción de un nuevo gasoducto.

La meta de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en un 1,9 % del PIB, que implica "un mayor endurecimiento" de la política fiscal al contener el crecimiento de la masa salarial estatal y actualizar las tarifas de energía para reducir subsidios públicos en pleno proceso electoral.

El FMI entiende el desafío, pero considera importante que esta política fiscal "acompañe" el proceso de acumulación de reservas, contención de la inflación y financiamiento al sector público y "garantizar la estabilidad macro en el período venidero".