La noticia policial dirá que fue abatido en un enfrentamiento con la Policía Federal, que lo venía siguiendo en su calidad de prófugo.

El narcotraficante Federico "Morenita" Marín se encontraba huyendo de la justicia desde febrero último, y murió en la noche del domingo en un tiroteo con fuerzas federales en la localidad correntina de Itatí. La crónica cuenta había llegado a esa provincia para visitar a su familia y que al momento del enfrentamiento, estaba con su esposa y una de sus hijas.

Marín tenía 37 años y desde 2015 había comenzado a ser investigado en el marco de la denominada "Operación "Sapucay", que puso foco en una organización criminal que durante años traficó toneladas de marihuana desde Paraguay hacia todo el interior del país. 

Fue apresado en 2018 en Itatí, aceptó una pena de 12 años de prisión en un juicio abreviado en el que declaró como arrepentido. 

Qué escondía 'Morenita' Marín, el peligroso narco "arrepentido" al que le dieron domiciliaria luego de declarar en una causa clave

Llamativamente, la Justicia le redujo la pena y le otorgó un arresto domiciliario en 2022 bajo el insólito argumento de que tenía hijos menores -que estaban con la madre- y porque padecía hemorroides. 

"Morenita" tenía aún varias causas pendientes, en Corrientes, Santiago del Estero, Tucumán, por lo que le esperaban, "seguramente no menos de 30 años de prisión".

¿Por qué lo mandaron a su casa?

Quien se anima a responder sin rodeo alguno esa pregunta es Aníbal Ibarra, el exjefe de gobierno porteño y abogado defensor de un personaje que puede ser clave en esta historia. 

Luego de ser detenido, Morenita Marín había acordado con la fiscalía, "un mentiroso arrepentimiento en 2018 para involucrar en supuestas coimas a un juez federal correntino con competencia electoral, y a sus secretarios", señaló Ibarra, quien no dudó en considerar que al gobierno anterior (por el de Macri) "le interesaba contar con esa vacante" (juzgado federal con competencia electoral).

Tweet de Aníbal Ibarra

En ese marco, Ibarra trae a escena al ya un tanto olvidado personaje que ocupó los titulares de los medios durante el último año de la gestión de Macri: el falso abogado Marcelo D'Alessio, acusado de extorsión entre otras figuras penales. Ibarra cuenta que D'Alessio, vinculado muy cercanamente al operador Daniel Santoro y al fiscal Carlos Stornelli "participó en las supuestas investigaciones contra el juez federal de Corrientes" Vicente Soto Dávila.

En ese marco, el abogado señaló que a Marín no le hizo falta “fugarse” de la cárcel. “Como retribución por su ‘colaboración’", escribió Ibarra en su cuenta de Twitter, el fiscal le consiguió en octubre de 2022 la prisión domiciliaria, algo que propia procuraduría "había pedido insistentemente desde 2019”, escribió Ibarra en su cuenta de Twitter.

Y ahí parece estar el punto. O al menos la mayor sospecha, ya que no hay fundamento alguno para conceder una prisión domiciliaria a una persona con la situación legal y personal de Marín. 

Para la condena del juez federal Vicente Soto Dávila sería clave el testimonio del "arrepentido" Federico "Morenita" Marín, quien este domingo fue abatido en un operativo policial.
Para la condena del juez federal Vicente Soto Dávila sería clave el testimonio del "arrepentido" Federico "Morenita" Marín, quien este domingo fue abatido en un operativo policial.

Material de descarte

Ibarra no duda en considerar a esta prisión domiciliaria como algo "jurídicamente inexplicable”, argumentando que “Marín había sido condenado a 20 años de prisión (12+8), era reincidente, era jefe de una banda de narcotraficantes que utilizaba armamento pesado, había estado prófugo varios años -antes del 2018- y tenía causas abiertas en medio país”. Parece demasiado. 

“Los fiscales -continúa Ibarra- le consintieron la prisión domiciliaria a un jefe narco con el argumento de que tenía hijos menores -que estaban con la madre- y porque tenía hemorroides", dijo, un par de líneas antes de desafiar a las autoridades judiciales: "Ahora deberán explicar cómo fue acribillado".

“Lo usaron y después quedó como materia de descarte. Su muerte tranquiliza a muchos porque la posibilidad de que cuente cómo se ‘arrepintió’ y cómo negoció su arrepentimiento se termina”.

¿Qué está diciendo en concreto Ibarra? Básicamente postula que a Marín lo dejaron "en libertad", o en domiciliaria, sabiendo que huiría, simplemente para después matarlo. 

Por esa razón, para el abogado, el delincuente Morenita Marín fue simplemente usado por la justicia. “Lo usaron y después quedó como materia de descarte. Su muerte tranquiliza a muchos porque la posibilidad de que cuente cómo se ‘arrepintió’ y cómo negoció su arrepentimiento se termina”.

La acusación es muy fuerte. Casi tanto como los interrogantes que genera la actuación de la justicia en una domiciliaria que resultará muy difícil de explicar, y en una muerte que pretende lavar culpas y garantizar silencios.